martes, 19 de julio de 2016

LAGRIMAS DE RIMEL

Llorabas de a poquitos. Como hipando. Las lágrimas tardaron en salir pero cuando lo hicieron tiznaron tu cara de surcos negros, como si vinieras de deshollinar una chimenea.
No sé porqué pero no logré empatizar con tu momento de dolor (y no le pongo comillas para que nadie me acuse de prejuzgar). No te tuve pena ni lástima ni siquiera una migajita de compasión.
Y lo que es peor...No podía dejar de calcular cuántos céntimos de euro se escapaban de tus ojos a cada lágrima de rimel de marca. Y dejandome ir tuve hasta la osadía de pensar: "¡pues tan bueno no será (el rimel)! cuando no aguanta ni un poco de agua...".
Me sentí un poco mezquina pero ni aún así, por culpabilidad, logré creer en tus lágrimas...Tu rimel marcaba la diferencia...