miércoles, 23 de julio de 2014

DONDE NADIE TE ENCUENTRE

Así como por casualidad, como todas las buenas historias, me encontré yo con esta.

Me llamó la atención primero el título (porque parecía que había una huida o un intento y eso, ahora más que nunca, es lo que más me identifica) y luego la foto de la portada, que tenía un aire medio familiar, a un abuelo en sus años mozos o algo así.

Me lo llevé prestado sin esperar nada más que pasar un buen rato y disfrutar de su lectura. Medio por alto había leído que algo tenía la historia de real.

Nada hacía presagiar el diamante en bruto que estaba escondido en su interior, el descubrimiento, la obsesión que me produjo... Por ello, quiero compartirlo.


Años 20 - 30. España rural, de montes escarpados e inaccesibles excepto para la  escasez  y las hambres (no sólo del cuerpo). Hoy consideradas "Parque Natural". España profunda del Levante, de Castellón. 
En este entorno nace Teresa Pla Meseguer, la menor de unos cuantos hermanos de una familia campesina y pobre. 
Teresa va a ser mujer porque así lo decide su padre, aconsejado por alguien, a la hora de inscribirla en el Registro. 
Nadie sabe si el bebé es realmente un niña o un niño. Teresa tiene una malformación genital (más tarde se descubrirá que es una especie de semi-hermafroditismo). Ante las dudas y para evitarle, cuando le toque el turno, el servicio militar, la inscriben como mujer.
En seguida, la niña es echada al monte para ganar unas cuantas perrillas haciendo trabajos de pastora y alejarla de la maldicencia de los paisanos y paisanas del pueblo y de los golpes de sus hermanas. Nadie sabe cómo comportarse con Teresa. No es como los demás. Y a medida que crece se hace más evidente la diferencia. Ella lo nota y prefiere quedarse en el monte, sola, con sus ovejas, inventando juegos infantiles y haciendo el trabajo duro que le ha tocado. No le gusta estar en el pueblo ni con la gente. Sólo le gustan los niños y los animales. Terreno seguro.
"Teresot ¿qué escondes entre las piernas?"
Cada vez se aísla más. Recorre los montes, se conoce cada camino, cada escondrijo, cada cueva, como si de un juego se tratara. Se siente a gusto allá arriba, protegida.
Su fuerza es descomunal y cada vez se vuelve más hombruna, tratando de esconderlo tras faldas negras y largas. Trabaja como si de dos hombres juntos se tratara y no le hace ascos a ninguna tarea.
La gente la teme y cesan las burlas. Ya no hay juegos de palabras pero sí sutilezas y miradas que son peores que el más descarado de los insultos.


La Guerra Civil la pasa en los montes, cuidando sus rebaños. La vive de oídas más que por experiencias propias y no toma partido por bando alguno.
Por amistad, empieza a hacer de enlace de algunos "maquis", bajando a comprar para ellos o dando algún que otro mensaje. No lo hace tampoco por ideología sino tan solo por amistad.
Nota el ambiente enrarecido y, tras un incidente con la Guardia Civil, que es decisivo para ella, y el asesinato de uno de sus amigos, a manos de éstos últimos, decide echarse al monte. La motiva la rabia y las ganas de aprender a leer y a escribir, que un compañero le promete. Ella nunca fue a la escuela.
Se une como hombre. Escoge el nombre de Florencio, aunque todos lo conocen como La Pastora. En el maquis cada uno escoge lo que quiere ser y Teresa decide poner las cosas en el sitio donde siempre debieron estar.


 En el maquis se siente bien por primera vez en su vida: el grupo, la aceptación, el seguir recorriendo los montes que tan bien conoce, la amistad y el compañerismo, aprender a leer, no tener que esconder lo que es...Encuentra su sitio.

Tras un tiempo se separa, junto con un compañero y deciden hacer las cosas por libre.
Empiezan los asaltos y los asesinatos. Se le imputan 29. Durante una época fue uno de los "criminales" más buscados. Comenzaba la leyenda de La Pastora.

Siempre se declaró inocente de las muertes.
Los que lo conocieron lo creen.

Tras la muerte a balazos de su compañero, sigue escondido, dando esquinazo a la Guardia Civil, durante 2 años en los que vive con un animal en los montes, sobreviviendo como puede, sin ayuda, ni contacto con persona alguna...

Nunca lo hubieran cogido pero...

Esta historia real, dentro de una historia ficticia, es la que Alicia Giménez Bartlett nos cuenta en DONDE NADIE TE ENCUENTRE.

Florencio fascina. Al menos, a mí me fascinó su historia, su lucha tranquila, sus adaptaciones y sus valores; incluso sus fotos, que no puedo dejar de mirar. Como si formaran parte de mi albúm familiar, de mi historia, de la historia de este país (que sangra, que es sangrante, aún hoy).

Aquí un poco de su historia (el reportaje está en catalán pero se entiende bastante bien)




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